¿Alguna vez te has parado a pensar en que la mayoría de las grandes multinacionales fueron pequeños negocios en sus inicios? Sí, fueron pequeños negocios que dieron con la clave para crecer, que se desarrollaron, no porque tuvieron empleados altamente cualificados, ni productos espectaculares, o por tener un golpe de suerte.
Estos pequeños negocios llegaron a donde han llegado porque fueron creados por un emprendedor con una forma diferente de ver las cosas, de interpretar los datos, de actuar, y porque fueron capaces de automatizar sus negocios mediante sistemas, poniendo por escrito todos los procesos. Desde la fabricación, el método de venta, la presentación, el trato al cliente, hasta la limpieza de las instalaciones, todo por escrito y con un sistema bien diseñado. Muchas veces, son los pequeños detalles los que marcan las grandes diferencias.
Un ejemplo de la eficacia de la sistematización de un negocio, son las franquicias. Una franquicia no es ni más ni menos que un negocio sistematizado. Mientras que el 80% de los pequeños negocios fracasa antes del quinto año de vida, el 75% de las franquicias son rentables. Una franquicia bien estructurada tiene sistemas automatizados por escrito de todo lo que hay que hacer y cómo hay que hacerlo, para que cualquier persona con una sencilla formación pueda desarrollarlo y hacer que funcione.
El secreto para desarrollar un negocio de éxito depende en gran medida de la automatización que permite al propietario ir alejándose del día a día en la empresa. Al principio el empresario debe involucrarse en todos los aspectos de la empresa, pero poco a poco, conforme vaya ejecutando un plan de delegación que le permita abandonar las tareas relacionadas con la producción y vaya centrándose en las tareas de seguimiento, planificación, análisis y supervisión, el negocio cada vez irá mejor.
Todo el negocio debe estar estandarizado y sistematizado. Una empresa de éxito no depende de tener un producto de éxito, sino de tener un sistema de éxito. Una vez que el negocio tiene éxito, tenemos un sistema que nos permite repetir el éxito una y otra vez, porque el empresario gracias a los sistemas, tiene pleno control sobre el negocio. Recuerda que las grandes empresas no venden productos, si no que venden su marca, gracias a que independientemente del producto que hagan en cada momento, sus sistemas son eficaces.
Asiste a mi seminario gratuito y aprenderás lo que necesitas para cambiar el rumbo de tu negocio. Se trata de un curso gratuito de 5 horas que impartiré el martes de 9 a 14 h. en el edificio del Seminario de Derio.
Suscríbete aquí al newsletter y recibe mis artículos cada mes en tu email totalmente gratis
Escribe un comentario