El éxito es una situación de logro en la cual una persona obtiene los resultados que se ha propuesto y obtiene una satisfacción personal por ello. Es la consecución de las metas valiosas y predeterminadas; deben ser valiosas y deben ser predeterminadas, si no las has buscado, no es éxito sino suerte. Si no tienen valor para ti, tampoco estaríamos hablando de éxito. Es necesario hacer una reflexión, pensar qué queremos lograr, qué metas me interesan y después ir a buscarlas. La meta es la herramienta que nos indica y nos orienta en el camino para lograr el éxito.
Sin embargo, muchas personas lo desprecian. Hablan del éxito como si fuese una cosa negativa, de la que hubiera que avergonzarse, como si el éxito fuese algo que nos hace infelices a las personas. Culturalmente soportamos una invisible presión social que nos conduce a avergonzarnos de perseguir el éxito, a considerarlo como algo malo. Existe una fuerza que nos impulsa a no perseguir el éxito, una barrera mental, un miedo interno a ser despreciados, a ser rechazados por el mero hecho de buscar el éxito a través de la realización de nuestras metas. ¿Por qué conseguir las cosas que nos proponemos ha de darnos vergüenza? ¿Por qué las personas que se entregan a la consecución de sus objetivos son objeto de burla? ¿Por qué tantas personas creen que que hay algo malo en perseguir el éxito? A veces da la sensación de que ser emprendedor fuera incompatible con ser una buena persona, ayudar a los demás, ser comprometido socialmente… Como si quienes persiguen el éxito no valoraran otras cuestiones que las económicas y no supieran disfrutar de las cosas realmente valiosas de la vida y se perdieran la auténtica esencia y el valor real de la vida.
Sin embargo, la realidad es que una de las cosas que nos hace humanos es hacer realidad nuestros sueños y vivir nuestra vida en plenitud. La relación adecuada entre la auténtica esencia de la vida y el éxito es la combinación de ambas cosas, una vida plena ha de abarcar ambos aspectos.
El éxito es un acto de creatividad muy lejano de la visión típica de personas aburridas que muchos tienen. Además es uno de los mejores caminos para la realización personal, siempre y cuando vaya acompañado de un sano equilibrio entre vida y trabajo. Lo cierto es que una de las cosas que mayores satisfacciones produce y más llena de plenitud es la consecución de objetivos profesionales que merezcan la pena. Hacer cosas importantes contribuye a la felicidad, estimula la alegría.
No te avergüences de perseguir el éxito. No hay nada malo en ser emprendedor y marcarte tus propias metas para ser productivo, eficaz y conseguir el éxito. No sientas envidia por el éxito de otras personas y no dejes que esa envidia te conduzca al rechazo. Detrás de muchos sentimientos de rechazo hacia el éxito se encuentra en realidad la falta de auto confianza, la carencia de auto estima, la falta de metas y objetivos en la vida. Busca aquellas cosas que sean significativas para ti, plásmalo en forma de metas y traza un plan para conseguirlo. Y comprobarás cómo el éxito te hace feliz.
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