
Cómo alcanzar la felicidad.
Cada persona tenemos una perspectiva diferente a la hora de definir la felicidad. Pero aunque no nos pongamos de acuerdo en definirla, sí somos todos capaces de sentirla. La felicidad tiene mucho que ver con un sentimiento de satisfacción con la vida y con el convencimiento que vivir es deseable y que merece la pena. Además, la felicidad atrae más felicidad, ya que nos proporciona un estado de optimismo que favorece la calidad de nuestro día a día, nos ayuda a superar obstáculos y allana nuestro camino.
La felicidad es uno de los objetivos prioritarios en la vida de casi todas las personas y es nuestra propia genética la que nos impulsa a perseguir aquello que nos hace felices y nos hace disfrutar. Sin embargo el medio y el entorno pueden dificultar nuestra capacidad natural de construir una experiencia vital positiva y satisfactoria. Las normas y creencias que nos impone la sociedad y la cultura en que vivimos influyen enormemente a la hora de valorar las nuestras experiencias, y de la misma forma, la memoria del pasado y las expectativas del futuro, tienen un enorme peso a la hora de sentir o no felicidad.
La ciencia nos enseña que la sensación de felicidad responde a mecanismos neuroquímicos cerebrales activados por estímulos tanto externos como internos. Sustancias como la dopamina, la serotonina y las endorfinas estimulan zonas de nuestro cerebro que inducen en nosotros emociones placenteras. Pero no podemos restringir la felicidad a una simple reacción química del cerebro, puesto que intervienen innumerables factores físicos, psicológicos, genéticos, sociales, culturales, familiares, ambientales…
Pero… ¿Es posible desarrollar la felicidad en nosotros mismos o debemos dejarlo solo al azar? ¿Podemos generar ese sentimiento de forma consciente e intencionada? ¿Existe alguna manera de protegerla y hacer que perdure en el tiempo? ¿Hay algo que las personas podamos hacer para procurar ser felices?
Cómo alcanzar la felicidad de forma proactiva
- En ocasiones la felicidad depende de una elección personal: decide ser feliz.
- Lucha por metas personales que sean ambiciosas, pero realistas y alcanzables, el logro proporciona felicidad.
- Construye un entorno familiar afectuoso, confiable, seguro y estimulante.
- Alimenta tu mente con un estado de ánimo positivo, aprecia el hecho de que vivir merece la pena.
- Sé proactivo: planifica y construye tu destino. El sentido de autonomía para dirigir la propia vida y no sacrificar tus metas por ceder a los deseos de los demás, es una buena forma de proteger tu felicidad.
- Toma consciencia de que la felicidad no depende solo de las cosas que te suceden, sino sobre todo del significado que tú mismo le des a lo que te sucede.
- La creencia de que el sufrimiento nos hace resistentes, nos curte, y nos premiará con mayor felicidad en el futuro, no tiene fundamento. Disfruta del presente, no lo sacrifiques pensando en el futuro.
- No te permitas el estancamiento de estados de ánimo negativos a causa de experiencias negativas, miedo o ansiedad. La naturaleza humana tiende a vencer la adversidad, haz que fluya esa tendencia.
- Planifica y desarrolla tu estabilidad económica y financiera. Todos sabemos que el dinero no da la felicidad, pero su ausencia prolongada proporciona sufrimiento e infelicidad.
- Cuida tu salud. Perderla es una de las fuentes de infelicidad habituales. Protégete del sufrimiento físico cuidando tu cuerpo.
- Cultiva tu autoestima. No te compares con los demás, no tiene sentido puesto que todos somos diferentes. Compárate contigo mismo: tu yo actual y tu yo antiguo, y comprueba tu crecimiento personal.
- Practica el pensamiento positivo. Muchas veces la felicidad solo es cuestión de perspectiva, depende del filtro con que valoramos las cosas.
- Potencia tus relaciones con los demás, desenvolverse en un entorno social rico, diverso y positivo, proporciona felicidad.
- Diversifica tus fuentes de felicidad. Prueba nuevas experiencias y analiza cuáles son las cosas que te proporcionan satisfacción y felicidad y ponlas en práctica todas ellas con toda la frecuencia que sea posible.
- Practica el sentido del humor. Algunos estudios aseguran que el sentido del humor mejora la calidad de vida y la alarga. Es una herramienta excelente para enfocar las cosas de forma positiva y distanciarse de lo negativo.
- Desarrolla la capacidad de regular tus emociones, para tener relaciones sociales y afectivas estables y satisfactorias.
- Desarrolla habilidades para tomar tus propias decisiones. Si no eres capaz de tomar decisiones las tomarán por ti los demás, esto incidirá negativamente en tu autoestima, y por tanto en tu felicidad. No dilates las decisiones.
Como conclusión de todas estas ideas, vemos que la felicidad tiene mucho que ver con el crecimiento y el desarrollo personal y profesional.
Toma la responsabilidad de tu propio destino, no te quedes esperando a que las cosas ocurran por si mismas, provoca que te sucedan. Consúltame cómo desarrollarte y crecer personal y profesionalmente, puedo ayudarte a tener el control sobre tu vida y tu felicidad.
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Contacta conmigo aquí y te ayudaré a lograr las cosas que deseas.
Autor del artículo: Aritz Urresti
Soy Aritz Urresti, desde 2007 imparto programas de Mejora de la Productividad profesional y personal para mejorar resultados económicos de tu empresa, así como en otros aspectos de tu vida. Mi meta es ayudar a nuestros clientes a conseguir su éxito a través de la realización progresiva de metas personales, predeterminadas y valiosas en las seis áreas de la vida.
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