Para saber cómo jugar al juego del éxito, hay que seguir los pasos de quien sabe. Las personas triunfadoras que tienen éxito en la vida, ven a otras personas con éxito como un modelo a imitar, una oportunidad para motivarse, una ocasión de aprender, una referencia en la vida… Lo lógico es que si quieres conseguir algo, te fijes en quien ya lo ha conseguido y actúes como él o ella.
Por el contrario, las personas sin éxito que viven inmersos en la mediocridad, cuando ven a una persona que domina el juego del éxito frecuentemente la critican, la ridiculizan, tratan de buscarles el fallo, de inventarse una parte mala, les rechazan, se afanan en bajarlos a su propio nivel. Al mismo tiempo, estas personas sin éxito, se alegran muchas veces de la desgracia de los demás, y parece que se encuentran a gusto cuando las demás personas no tienen éxito y se sienten desgraciadas. Mal de muchos, consuelo de tontos.
Las personas destinadas a encontrar el éxito, se alegran de que otros tengan éxito de una forma sana y noble, sin envidias internas. Y agradecen poder estar con este tipo de personas y poder relacionarse con ellas si tienen la ocasión ya que así tienen una referencia, un patrón para seguir que les hará más fácil alcanzar sus metas y aprender cómo jugar al juego del éxito. No es necesario inventar nada, ya existen métodos para el éxito probados que funcionan para la mayoría de las personas que los aplican. Si queremos tener éxito, hemos de idear una forma de acercarnos a quienes ya lo tienen, hablar con ellos, averiguar cómo piensan, intercambiar contactos, establecer relaciones…
Piensa en cómo son las personas de tu entorno, aquellas con las que te relacionas con frecuencia:
El éxito es contagioso. ¿Prefieres que te contagien el éxito o el fracaso? Una cosas está clara, si queremos volar con las águilas, el camino para conseguirlo no es nadar con los patos. La responsabilidad personal consiste en decidir cómo será nuestra vida, porque la vida es un resultado de lo que sembramos. Si sembramos mediocridad, la abonamos con excusas, y la regamos con negatividad, no es posible cosechar éxito y riqueza. ¿Es obvio, no?
Si quieres tener éxito, has de convertirte en una persona de éxito. No puedes tener éxito siendo una persona fracasada cargada de auto excusas. Primero has de ser, luego has de hacer.
Si sembramos mediocridad, la abonamos con excusas, y la regamos con negatividad, no es posible cosechar éxito y riqueza.
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