Hace muchos años, solía hacerme a mi mismo esta pregunta. ¿Por qué no estoy satisfecho con mi vida? A pesar de que lo que muchas personas creen, ninguno de nosotros hemos escogido prácticamente nada de lo que forja nuestro carácter, sino que somos el resultado de las circunstancias de nuestra vida. Los seres humanos forjamos nuestro sistema mental durante los 7 primeros años de vida, por lo tanto no nos es posible modificar dichas circunstancias.
No podemos cambiar a nuestros padres, hermanos o profesores. Tampoco es posible modificar el entorno geográfico en el que nos criamos, ni la época en la que nacemos. Pero lo cierto es que seríamos personas completamente diferentes si hubiéramos nacido en otro país, en otra época o en un entorno familiar diferente.
Tendemos a pensar que elegimos aquello que pensamos y que decimos, sin embargo no es así. Nuestra manera de pensar y nuestras opiniones son parte de procesos inconscientes automatizados. Algunos psicólogos afirman que solo el 10% de nuestros pensamientos son racionales y conscientes, siendo el resto fruto de nuestros automatismos mentales forjados durante los 7 años iniciales de nuestra vida.
Una vez tomamos plena consciencia de esta realidad, podemos empezar a cuestionar nuestro propio comportamiento. ¿Cómo vamos a estar satisfechos con nuestra vida sino la elegimos? ¿Cómo vamos a encontrar satisfacción alguna si ni siquiera sabemos para qué vivimos? No nos planteamos metas sinceras basadas en nuestros deseos profundos. Simplemente reaccionamos con automatismos emocionales a los acontecimientos de nuestras vidas.
Te recomiendo que hagas lo siguiente. Deten la inercia de tu vida, para durante unas horas, aíslate del mundo y analiza, piensa, reflexiona… Imagina que tu vida es un viaje, pero en vez de recorrer kilómetros, recorres años. Ponte en situación y decide ¿qué te gustaría hacer durante ese viaje? ¿Qué hacer para estar satisfecho con tu vida?
No hay una respuesta fácil. No estamos acostumbrados a decidir, a tomar responsabilidad personal sobre nuestras vidas. Muchas personas creen saber lo que desean, pero en realidad solo persiguen deseos que copian de las películas, de los medios de comunicación, de la presión social… pensamos que queremos aquellas cosas que nuestro entorno nos induce a creer. Sin embargo, todo eso no nos proporciona satisfacción, porque no es real.
Cuando tu vida transcurre de una forma que no deseas, toma consciencia de que la vida no es más que un juego y que puedes elegir cambiar sus reglas. ¿Por que elegimos un juego que no nos conviene? Porque estamos marcados por nuestras creencias y nuestros condicionamientos mentales.
Si tu vida toma un rumbo que no te conviene, toma consciencia, detente y decide cambiarlo. Todas las circunstancias de tu vida, no elegidas por ti, te han colocado en el lugar donde estás. Sin embargo puedes decir «Yo elijo mi vida». Escoge las reglas del juego a las que quieres jugar a partir de este momento. Desarrolla las creencias que te interese desarrollar. Diseña un guión para tu vida, deja que sean las circunstancias las que te zarandeen. Elige estar satisfecho con tu vida.
Te invito a uno de mis Seminarios gratuitos. Son sesiones en las que, sin ningún tipo de compromiso, te ayudaré a estar más satisfecho con tu vida y a sentirte orgulloso de ti mismo y de tus resultados.
Suscríbete aquí al newsletter y recibe mis artículos cada mes en tu email totalmente gratis
Escribe un comentario